Esperaste 9 largos meses para conocer a tu bebé, y esos meses no fueron los más fáciles. Con toda honestidad, el embarazo es tan nervioso como emocionante. Pero usted ha superado los desafíos, encontró su camino alrededor de las náuseas matutinas y cuidó de la mejor manera posible a su hijo que nacerá pronto.
Cuando sostuviste a tu hijo por primera vez, todas estas luchas se volvieron insignificantes. Ese momento increíblemente mágico trajo una felicidad incomparable. Y así comenzó oficialmente el tan esperado nuevo capítulo de tu vida: la maternidad.
Ahora todos sabemos que ser mamá está lejos de ser fácil. Pero para las nuevas mamás que recientemente completaron esta fase, la transición puede ser particularmente confusa. Hacer malabarismos con la crianza de los hijos, el cuidado personal y el compromiso profesional plantea su propio conjunto de problemas.
Ayurveda, el repositorio confiable de la antigua sabiduría india, arroja luz sobre el bienestar posparto de la madre. Después de dar a luz, el cuerpo de la madre está comprensiblemente exhausto. Ayurveda recomienda un descanso de 6 semanas o 42 días para que los tejidos (dhatus) se recuperen del parto. Durante esta fase, el dosha Vata (dominado por el Aire y el Espacio) se eleva, dado el vacío que queda después del nacimiento. Otra razón para un aumento de Vata se debe al papel que desempeña en el movimiento del niño.
Un Vata desequilibrado da como resultado la aparición de ansiedad, estreñimiento, inseguridad y problemas para dormir. Para restaurar su equilibrio dóshico, se deben tener en cuenta algunas cosas. Primero, la comida que comemos interactúa directamente con nuestros doshas. Para reducir la presencia de vata se recomienda una dieta sáttvica rica en productos lácteos, cereales integrales y verduras. La comida caliente, rica en grasas naturales como el aceite y el ghee, asegura una nutrición óptima tanto para el bebé como para la madre.
Innecesariamente, los bebés tienden a despertarse a una hora extraña, lo que dificulta que los padres disfruten de un sueño reparador. A pesar del patrón de sueño errático, es posible mantener un ritmo circadiano utilizando rituales designados para marcar el comienzo y el final del día. Por ejemplo, un ritual matutino simple podría incluir encender una varilla de incienso o disfrutar de una taza de té solo.
Una práctica de cuidado personal muy conocida para las nuevas mamás es abhyanga o masaje con aceite caliente. Un masaje diario con aceite biónico de sésamo negro prensado en frío, seguido de un baño tibio lo ayudará a rejuvenecer tanto emocional como físicamente. Abhyanga también aborda el desequilibrio de Vata y facilita la liberación de toxinas del cuerpo.
El desempeño de tantos roles a la vez es excesivo al principio. La idea es tomar cada día como viene y descubrir la maternidad paso a paso.
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